Cuando escuchamos la palabra “Geisha”, se suceden una serie de imágenes. Esas delgadas mujeres envueltas en hermosos kimonos, caminando a pasitos rápidos y cortos por las estrechas calles de Kyoto, con la cara pintada de blanco, semejando a un mimo o a un Pierrot, con la mirada perdida, sumida en sus propios pensamientos. Después de la desaparición de la figura del samurai, la Geisha junto con los luchadores del sumo, son el único exponente del pasado de Japón. La Geisha aún permanece con el paso del tiempo, después de más de 400 años, y en el presente sigue causando fascinación, y muchas preguntas en torno a ella. El Festival más esperado cada año en Gion, es el de los cerezos en flor, para ver salir en todo su esplendor a todas las Geishas y maikos de sus hanamachi.La palabra GEISHA proviene de los fonemas chinos “Gei”, que quiere decir arte, habilidad, y “Sha” que significa persona. Eso es lo que representa una Geisha, una persona con la habilidad en distintas artes.En la antigüedad, específicamente en la Era de Edo hasta la Era de Meiji, esta palabra se utilizaba para referirse sobre cualquier persona que perteneciera a las artes (poesía, teatro, pintura), pero se extendía a otros sectores (religioso, deporte, maestros de lenguas extranjeras, e incluso para referirse a los cirujanos de la época), también se designaba con este nombre a los que actuaban en locales cerrados o privados, que quizás es lo que se acerca también a la idea de la Geisha. La Geisha aparece en la Era de Edo, conocida también como “la Geisha machi”, la Geisha urbana.La antecesora de la Geisha, son las odoriko, que eran las bailarinas, pero si nos remontamos años más atrás, podríamos sacar sus raíces del “kabuki odori” (bailarines del teatro ambulantes). Estas bailarinas, hermosamente ataviadas en Kimonos de seda, realmente eran hombres en su mayoría, y se encargaban de bailar ante los samuráis, de realizar la ceremonia del té, servirles sake, y de tocar el shamisen (instrumento de cuerda, parecido a la guitarra, pero de tres cuerdas, y con un sonido muy melódico), este baile era conocido como Okuni. Estando sus raíces ligadas al teatro kabuki, podemos inferir que de allí también proviene la tradición de pintar su cara en blanco. En la Era Edo, los que tenían el poder económico eran los comerciantes. Éstos buscaban formas de distracción, con lo cual los sitios donde se representaba el kabuki fueron en crecimiento. No solamente las artes fueron en crecimiento, sino también la prostitución, convirtiendo ciertos sitios en perniciosos. El shogunato de Tokugawa no vio con buenos ojos las representaciones del kabuki en el distrito de Yoshiwara, porque eran las causantes de que se hubiesen iniciado “nuevas practicas de placer". Esto motivó a su prohibición, y todo tipo de actividad de distracción fue establecida en lo que se denominó “distritos de placer”. Es decir, la prostitución no fue prohibida sino confinada a estos sitios, y bajo el control del gobierno. En el año 1779, las Geishas fueron reconocidas como artistas, y se adoptó el sistema "Kenban" para supervisar a las geishas de la zona, y restringió su número por debajo de 100 artistas, protegiendo así a las geishas de que cayeran en la prostitución. El kenban, permanece aún hoy en día funcionando como una especie de sindicato de las geishas. Las geishas y maikos vivían en “hanamachis” (ciudad de flores, hana=flor, machi=ciudad), que eran las ciudades autorizadas a que fueran habitadas por las mismas. En la actualidad, son cinco comunidades en Kyoto: Ponto-cho, Gion-Kobu, Gion-Higashi, Miyagawa-cho, y Kamishichiken. Las geishas de Kyoto hablaban en dialecto "kiotense", que se sigue hablando en la actualidad. En kiotense geisha es geiko.Muchas prostitutas trataban de imitar el estilo de las geishas, pero no tenían la formación artística de éstas. Se vestían en kimonos, con exceso de maquillaje y excesos de adornos en el peinado, por lo que por nuevo edicto del shogun Tokugawa, y para protección de la imagen de las geishas, se obligaba a las mismas a moderar su vestuario y maquillaje para poder diferenciarlas de las prostitutas.Quizás sea por ello que durante un tiempo se confundían a las geishas con éstas, porque vivían además en las casas de “lámparas rojas”, pero el caso es que no podemos decir que las geishas fueran prostitutas.Ellas sólo se encargaban de distraer a los hombres, con amenas conversaciones, con danza, o tocando el shamisen. Las geishas y maikos que bailaban se denominaban Tachikata, y las que se dedicaban a tocar un instrumento, Jikata.El tiempo de la geisha y maiko con cada hombre, se media en varitas de incienso, cuando ésta se consumía había finalizado su tiempo.Las geishas y maikos, contaban con un pacto de silencio, por lo que cualquier hombre podía estar tranquilo con las conversaciones que se mantuvieran delante de ella, o con ella...
Fuente: culturajaponesa.blogspot
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